Las construcciones sin duda alguna han permitido la evolución de las ciudades, al embellecerlas, mejorar la calidad de vida de sus habitantes y contribuir con su modernización. Sin embargo, por temas de seguridad y no afectar de forma negativa al ecosistema, las leyes son estrictas en este tema, teniéndose que considerar a un grupo de profesionales como un aparejador en Madrid que garantice el trabajo en cuestión, tanto al cliente y como a las exigencias legales.
Son muchas las profesiones involucradas para que una obra se ejecute correctamente, como por ejemplo: arquitectura, ingeniería, técnicos, mano de obra especializada, peritos y aparejadores. Estos últimos, resultan de gran importancia por todas las tareas asignadas, entre las cuales destacan: velar por el cumplimiento del proyecto, en respaldo con su planificación (planos, tiempo) y con materiales de calidad que aseguren el éxito deseado.
Así mismo, un aparejador debe hacer seguimiento a la seguridad y protección de los trabajadores presentes en la obra con todos los elementos necesarios (gafas, cascos, guantes, arnés, etcétera), valoraciones de la construcción, gestión de permisos o licencias y ejecución de proyectos en remodelación de estructuras ya existentes. Por otro lado, tiene la responsabilidad de que se haga un uso eficiente de los recursos energéticos, lo cual es obligatorio para la venta de cualquier propiedad.
El ahorro de la energía es un tema de conciencia, pero en vista del mal uso que ha tenido, debe estar plasmado en un documento (Certificado de Eficiencia Energética) y avalado por un aparejador, en función de las leyes actualizadas en el año 2013. Esto respecto a la electricidad y gas, que, además de ser un requisito, hace más atractivo al inmueble, puesto que será más barato de mantener para quien adquiera la vivienda o local determinado.
Con el paso de los años, las tareas de un aparejador han incrementado, por mejorar significativamente los resultados en las edificaciones. De esta forma, el cliente evita quebraderos de cabeza, al poder garantizar el trabajo que requiere a través del seguimiento. Por otro lado, deja de incumplir por desconocimiento en cualquier aspecto legal. De ahí, que hasta los particulares contratan desde arquitectos hasta peritos en sus proyectos.
