El renacer de una joyería familiar: el caso de los hermanos Rivas

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La joyería Rivas fue durante décadas un pequeño local en el centro de una ciudad colonial. Fundada por don Manuel Rivas en 1972, vendía joyas clásicas de oro y plata a una clientela tradicional. Durante años, fue sinónimo de elegancia discreta y confianza. Pero con el paso del tiempo, las ventas disminuyeron, los clientes envejecieron y la tienda quedó estancada en el pasado.

Tras el fallecimiento de don Manuel, sus hijos, Claudia y Sebastián, se enfrentaron a una decisión difícil: cerrar definitivamente el negocio o intentar reinventarlo. Ambos tenían trabajos ajenos al rubro —ella publicista, él diseñador gráfico— pero compartían el cariño por el legado de su padre. Decidieron apostar por una transformación radical.

Lo primero que hicieron fue cambiar el enfoque: dejaron de vender al por menor para especializarse en joyas por mayor. Se enfocaron en joyas de plata 925 al por mayor y joyería de acero inoxidable por mayoreo, con diseños más modernos, accesibles y adecuados a las nuevas generaciones.

Claudia se encargó del branding, rediseñó el logo y abrió cuentas en redes sociales. Sebastián se ocupó del catálogo digital, la fotografía de producto y la tienda online. Apostaron por incluir joyas como collares de plata, anillo de plata, aretes acero inoxidable, pulsera acero inoxidable y colgantes de acero inoxidable con líneas minimalistas y contemporáneas.

La clave de su éxito fue adaptarse a los tiempos sin perder la esencia familiar. Mantenían el trato directo con clientes mayoristas, ofrecían asesoría personalizada y diseñaron una política flexible de pedidos y devoluciones. También contactaron con proveedores como www.joyasdeaceropormayor.com, donde accedieron a joyas de acero inoxidable por mayoreo con variedad y constancia en stock.

Poco a poco, empezaron a vender a boutiques en otras ciudades, a emprendedoras que revenden en redes sociales y a tiendas de regalos que buscaban productos con diseño y márgenes atractivos. En un año duplicaron las ventas que su padre había alcanzado en sus mejores épocas.

Recuperaron el local original, lo renovaron como showroom y centro logístico, y bautizaron la nueva etapa como “Rivas Mayorista”. A través de su sitio web ofrecen acceso exclusivo a joyas de plata por mayor, brazaletes de plata y pendientes de acero en catálogos descargables.

**Conclusión**

La historia de los hermanos Rivas es una muestra de que las tradiciones pueden modernizarse sin perder su alma. Con visión estratégica, uso de tecnología y sensibilidad estética, lograron revivir un negocio familiar transformándolo en un referente de joyería mayoreo. Ya no solo venden joyas, sino que comparten una historia de evolución, emprendimiento y legado.

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