Los especialistas en la compra-venta de viviendas, fincas, locales comerciales u oficinas cobran una comisión por sus servicios. Evidentemente, es algo que encarece el precio final del inmueble. A veces es la persona que vende la que renuncia a parte de sus beneficios y otras, directamente, se repercute el valor de la comisión en el precio final. Sin embargo, las ventajas de acudir a una inmobiliaria en Colombia hacen que sea la mejor elección, tanto si se quiere comprar como si se quiere vender.
Para quien vende supone la comodidad de no tener que estar anunciando su propiedad continuamente, de no tener que atender las visitas de personas interesadas en su adquisición y la tranquilidad de saber a ciencia cierta que el comprador final tiene poder adquisitivo suficiente. La agencia inmobiliaria se hace cargo de todo, incluso de los trámites de compra-venta. De esta manera, para quien vende el proceso pasa sin tener que molestarse prácticamente en nada.
El comprador también cuenta con sus ventajas cuando acude a una inmobiliaria. En primer lugar, tiene a su disposición un buen catálogo de propiedades entre las que elegir. Podrá seleccionar solo algunas que le interesen y visitar únicamente esas, de modo que gana en tiempo.
Pero también gana mucho en garantías, ya que cualquier inmobiliaria se asegura de que los inmuebles que tienen en catálogo se ajustan perfectamente a lo que los dueños señalan, tanto en el estado general de la vivienda como en servicios de la zona. Además, el intermediario se asegura siempre de que no haya cargas económicas o deudas ocultas.
Una inmobiliaria en Colombia, además, es la que mejor conoce el mercado, la que mejor puede asesorar y la que realizará toda la operación e la manera más rápida y con menos molestias tanto para quien vende como para quien compra.
