El coche es el aliado más útil y quizás la inversión más importante que poseemos. Dado el uso al que es sometido, requiere una revisión y cuidado constante de nuestra parte. Por lo tanto, sea que es nuevo o de segunda mano, darle un mantenimiento regular nos ahorrara importantes costes a futuros.
Todo vehículo posee una guía de revisión, que nos indica cuales son los plazos en que debemos someterlo a inspección y de ser el caso el cambio de partes y fluidos. Quizás por falta de tiempo o descuido estos lapsos de mantenimiento no son cumplidos estrictamente.
Cabe destacar, que el no cumplir con los mantenimientos programados puede generar graves fallas en el funcionamiento del coche e inclusive afectar la seguridad de los pasajeros, transeúntes e inclusive otros conductores.
Hay sencillas recomendaciones que podemos seguir para garantizar el perfecto funcionamiento de nuestro compañero:
- Los niveles de fluidos. aceite, refrigerante, limpiaparabrisas, líquidos de frenos y dirección; deben ser revisados periódicamente y sustituidos, según lo indique, el manual de uso del vehículo.
- Los neumáticos: examinar rutinariamente la presión y el estado de las llantas nos da garantía de seguridad en el manejo.
- Los frenos: realizar los recambios obligatorios de los componentes del sistema de frenado, tales como como pastillas, discos, latiguillos y pinzas.
- Estar atento a las señales de los testigos e indicadores del panel de instrumentos.
- Antes y luego de un recorrido largo es conveniente examinar todas las partes del coche independientemente de la última revisión.
- Verifica regularmente el estado de la carrocería. En tal sentido, descubrir los síntomas de corrosión nos permitirá realizar las reparaciones sin necesidad de grandes inversiones.
- Llevar un registro de los servicios que se realicen.
Por último, el mantenimiento de vehículos, debe ser realizado por talleres especializados. Dejar tu propiedad en manos profesionales prolongara la vida útil y asegurara el correcto desempeño de nuestro medio de transporte.
