Las personas que deciden ponerle fin a su matrimonio de manera definitiva necesitan pedirles asesoramiento a los abogados divorcio Toledo, para evitar que estos trámites se conviertan en una verdadera batalla legal. Esta decisión es trascendental, sobre todo, cuando la pareja tiene hijos en común.
El divorcio implica una disolución absoluta de los derechos que otorga ley sobre ambos cónyuges; pero, jamás se podrá anular el vínculo que une a un padre con sus descendientes, por la evidente razón de que ese nexo nace por lazos consanguíneos. En este sentido, de ahora en adelante, todas las conclusiones a las que se lleguen deben favorecer, principalmente, a los más pequeños de la casa.
En España, hay dos tipos de divorcios: el primero, que se solicita por mutuo acuerdo, no es tan complejo, se resuelve bastante rápido y el coste no es muy elevado; y el segundo, llamado contencioso, se impulsa por determinación de uno de los cónyuges en contra del otro, debido a que no desea continuar con la relación.
En este proceso, aparece el Convenio Regulador, que se va a convertir en un instrumento fundamental para fijar las condiciones concernientes a ciertos temas como los hijos comunes (pensión de alimentos, régimen de visitas, quién se quedará con el menor de edad, etc.) y el disfrute o uso de la vivienda familiar.
Los protagonistas de este hecho poseen plena libertad de establecer los criterios por los que se regirán estos asuntos; sin embargo, el Juez será quien tenga la última palabra, ya que su deber es revisar que este escrito cumpla con lo preestablecido en las leyes. Por lo tanto, hará las correcciones con lo que considere correcto.
Con las reformas que ha sufrido la ley, afortunadamente, estas acciones se volvieron menos complejas. Los abogados pueden dialogar y tender puentes para llegar a una salida fácil, sin tener que causar otros problemas.
